Utilizar cerillas para liberarse de las emociones negativas y del lado doloroso de las relaciones.

Se trata de una técnica que puede utilizar todo el mundo y que produce resultados interesantes en términos de autocontrol, calma de las emociones, bienestar y paz interior. Trabaja con las emociones y la mente subconsciente. Es fácil de aplicar y realmente te ayuda a liberarte de todo lo que es inútil y perjudicial cortando los lazos tóxicos de apego entre tú y ciertas personas, entre tú y ciertas situaciones, entre tú y una parte de ti mismo.
Se trata de cortar los lazos de apego que podemos tener con determinadas personas o situaciones.
Una relación tóxica, difícil, puede generar emociones que te impidan ver las cosas desde arriba, con la suficiente distancia. La relación puede ser romántica, amistosa, familiar, profesional o incluso social.
También puedes utilizar esta técnica para resolver situaciones entre tú y tú mismo, por ejemplo para trabajar un aspecto de ti del que quieres desprenderte.
A veces, por ejemplo, tomamos por amor lo que es apego del que no podemos liberarnos.

El amor y el apego son dos cosas radicalmente distintas.
En el amor, la relación es desinteresada, neutral y desapegada; consiste en compartir sentimientos sin querer controlar a la otra persona y sin querer cambiar nada de esa otra persona en la relación.

Es una aceptación total de la otra persona, es una relación recíproca e incondicional.

Sin este tipo de relación no estamos ante amor sino ante apego.
El apego es una relación tóxica que entorpece la relación.

Corresponde a una necesidad de controlar a la otra persona, de imponer la propia voluntad y exigencias en lugar de exponer las propias necesidades.
El apego genera emociones negativas y dolorosas como la tristeza, la envidia, el odio y la ira.
En este tipo de situaciones, puede ser necesario cortar los lazos de apego con una persona.
Cortar los lazos de apego no significa que ya no amemos a la persona; no cuestiona el sentimiento de amor.

Si realmente hay amor en la relación, cortar los lazos significa simplemente dejar ir una situación o una debilidad personal para vivir mejor la relación.

Esto puede implicar dejar ir a una persona o una situación para dar un paso atrás y liberarse de las influencias y la presión que genera.
La sensación es de libertad interior, de respiro, de ligereza.
La otra persona experimentará la misma sensación. Dejar ir nos permite estar más disponibles para apoyar a la otra persona y a quienes amamos.
Permíteme recordarte que se trata de cortar los lazos con una persona, pero también con una situación, con un problema, una ansiedad particular, una preocupación, una debilidad personal conocida y también con una visión limitada de ciertas situaciones. También puede ser un miedo, como el miedo a cambiar de trabajo, de lugar de residencia, cualquier cosa que nos aferre a patrones que ya no nos convienen…

También puede ser cortar con el sufrimiento causado por la pérdida de un ser querido, una creencia, un dolor…
Todas las situaciones que son consecuencia de nuestra visión del mundo, de nuestras creencias, de nuestra educación, de nuestras limitaciones personales, a menudo nos hacen sufrir…
Cada vez que nos encontramos con una persona o una situación, inconscientemente creamos vínculos con ella, y nuestras debilidades pasan a formar parte de la relación.
Así que puede ser una buena idea empezar por trabajar en nosotros mismos antes de cortar los lazos con la otra persona.
Las emociones que generan estas situaciones exigen mucha energía, y en algún momento el agotamiento emocional es inevitable.
La solución es entonces cortar el vínculo para dejar de lidiar con el problema.
Huir también es una forma de vida que requiere mucha energía, por lo que es mucho más económico resolver los problemas con uno mismo y con la otra persona.
Esto es lo que sugiere el método de las cerillas. En caso de duelo, por ejemplo, tu amor por la persona que ha muerto permanecerá completamente intacto, mientras que tu sufrimiento y tus emociones se calmarán.

Cómo funciona esta técnica
Esta técnica recurre a tu subconsciente, que tiene una inmensa capacidad para retener lo que escribes.
Por eso siempre es importante tomar notas, porque los pensamientos son sutiles, aunque estén vivos y activos, pero escribir es un acto que tiene lugar en lo concreto, en lo real.
El cerebro no distingue entre lo real y lo virtual, entre lo imaginario y lo simbólico.
Por ponerte un ejemplo, te hará salivar de la misma manera el pensamiento de una tarta de fresas que la visión de una tarta de fresas.
Para el cerebro, tu imaginación y tus pensamientos son tan reales como tu experiencia real.
Por eso, dominar tus pensamientos es una habilidad que todos deberíamos adquirir. En eso consiste la Sofrología.
Es importante tener en cuenta que esta técnica de la cerilla sólo funcionará si estás directamente implicado en la situación. Utilizar esta técnica para resolver el problema de otra persona podría acarrear muchos problemas y consecuencias desafortunadas, ya que sería como tomar el poder sobre una situación que no te pertenece.
Los lazos de apego están vinculados a los siete centros energéticos principales del cuerpo, los chakras.
Hay siete chakras, situados a lo largo de un canal de energía que recorre el eje vertebral desde la parte superior de la cabeza hasta el sacro.

No es necesario conocer la ciencia de los chakras, ni siquiera creer en ella, para que esto funcione.

Cada chakra está vinculado a una glándula endocrina cuya finalidad es equilibrar el funcionamiento de los órganos y de todos los sistemas vitales del cuerpo.
A través de los chakras nos conectamos con las personas y las situaciones.
Los chakras tienen un código de colores, una ubicación y un nivel de conciencia.
Los analizaré en un próximo artículo.

La técnica
En primer lugar, te sugiero que te dibujes a ti mismo en la parte izquierda de la página y, a continuación, a la otra persona o situación en la derecha. A continuación, simbolizarás los vínculos que os unen con líneas de colores que coincidan con los colores de los chakras.

Éstas son las ataduras que vas a cortar.
Para ello, necesitarás una hoja de papel blanco, un lápiz o, si lo deseas, varios lápices de colores que correspondan a los chakras.
Necesitarás unas tijeras y la capacidad de dejarte llevar por el espíritu de soltar. No te preocupes, tu subconsciente hará el trabajo.
Practicar el dibujo con cerillas
1) Empieza dibujándote a ti mismo en la parte izquierda de la hoja, con la cabeza, los ojos, la nariz, la boca, el cuerpo, los brazos y las piernas.
Debajo escribe tu nombre y la inicial o iniciales de tu apellido.
Es una figurita de palo muy fácil de dibujar y que se parece mucho a aquellas con las que crecimos.

2) Ahora dibuja a la segunda persona o situación en la parte derecha de la página y escribe debajo su nombre y las iniciales de su apellido, o la naturaleza de la situación (por ejemplo: Siento celos de mi hermana y esto me hace actuar de forma agresiva).
Dibuja una situación en forma de rectángulo y describe la situación en su interior.

3) Recuerda cómo dibujabas el sol cuando eras niño.
Vas a dibujar un círculo como un sol alrededor de tu hombrecito para simbolizar que quieres lo mejor para ti, estás dibujando un sol como un círculo de luz a tu alrededor.

4) Ahora dibuja exactamente el mismo sol alrededor de la segunda persona, o situación, en el rectángulo porque también quieres lo mejor para ella.

5) Ahora dibuja un círculo de luz alrededor de las dos personas (o persona y rectángulo), no olvides añadir los rayos del sol alrededor del círculo porque quieres lo mejor para la relación. No pongas nada en particular, sólo lo mejor.
Conscientemente, no tienes ni idea de qué es lo mejor para los dos, así que déjaselo a tu subconsciente.

6) Ahora dibuja las líneas de unión entre tú y la otra parte, respetando los colores de los chakras si es posible. De este modo, estarás dibujando pequeños cordones umbilicales entre los dos. He hecho un dibujo para mostrarte cómo hacerlo.

7) Ahora corta la hoja por el punto de unión.

8) Tira los dos trozos de papel. Puedes tirarlos a la basura, quemarlos o enterrarlos como prefieras.

Lo importante es hacerlo diciendo la siguiente frase.

«Tus angustias y problemas no me pertenecen, yo no soy eso, me niego a tomar parte en ellos».

Podrás percibir inmediatamente o un poco más tarde ciertos cambios más o menos significativos en tus sentimientos.

Te darás cuenta de que tus actitudes hacia la persona o la situación cambiarán y verás cómo cambia la actitud de la persona hacia ti. La relación será más beneficiosa. Pero debes hacer un esfuerzo de voluntad y determinación para trabajar profundamente en ti mismo si te das cuenta de que tienes una debilidad o un mal hábito que está empeorando la situación.

Quiero dejar claro que esta técnica no es mágica, porque sin un trabajo profundo sobre ti mismo nada es realmente sólido ni duradero.

Esta técnica es una ayuda, un apoyo para un trabajo eficaz y no EL trabajo en sí.
Trabajar sobre tus pensamientos, sentimientos, emociones e impulsos es un trabajo en profundidad que requiere tiempo y una inversión real.

Es un trabajo que puedes hacer con la Sofrología, que te enseña a ver quién eres realmente, cómo funcionas y cómo transformarte para tu propia alegría y paz interior. Como resultado, tu alegría y tu paz interior se dinamizarán, tus relaciones cambiarán de forma natural y ¡muchas preocupaciones se desvanecerán!

Esto es lo que te propongo en el curso de formación en Sofrología que puedes seguir para ti mismo o para ejercer como Sofrologo.
Estaré encantada de acompañarte.

Isabelle Métais