A veces la vida puede volverse difícil y complicada. En invierno, los días son cortos y la moral no siempre está alta. Por eso, para empezar bien la primavera y disfrutar de un verano pleno, necesitamos energía brillante todo el año.
El estrés, la vida cotidiana con su cuota de preocupaciones, heridas y ansiedades en todos los ámbitos de la vida, genera toxinas químicas y emocionales en el organismo.
Estas toxinas repercuten en nuestro clima interior, en nuestro estado de ánimo y en lo que damos de nosotros mismos a nuestro entorno inmediato a diario.
Los fosfenos y la luminoterapia son preciosos aliados, reforzados por la luz solar del buen tiempo. Sin una dosis suficiente de luz que nos levante el ánimo, la depresión estacional está a la vuelta de la esquina.
Nuestra luz interior no siempre es suficiente para compensar la falta de luz natural, como la del sol o la de las velas.
Comprender la necesidad de un ritmo equilibrado entre la luz del sol y la oscuridad de la noche.
Desde la noche de los tiempos, conocemos la importancia de la luz.
Es tan esencial para la vida como el aire, el agua, la tierra y el fuego.
Hoy en día, la mayoría de las veces, la luz del sol se ha convertido en algo tan cotidiano que ya no le prestamos ninguna atención, la vida diaria se ha vuelto automática y la magia de la vida ha desaparecido.
El estrés, el día a día, las creencias, los conceptos y las enseñanzas malsanas que recibimos desde la infancia nos apartan de la luz beneficiosa del sol por falta de conciencia.
La conciencia de esta majestuosa estrella es vital y ha desaparecido.
Para la mayoría de la gente, el sol ya no es un astro vivo, se ha convertido en algo banal, algo que proporciona calor y luz para servir a la humanidad. Pero el sol es un ser vivo y no está «al servicio» de los humanos.
Todo está vivo, el fuego, el aire, el agua, la tierra…
Sin conciencia, no hay gratitud, no hay reconocimiento, el vínculo se corta y las alianzas vitales y naturales con la luz se ven muy disminuidas, o incluso se vuelven inexistentes por la falta de conciencia.
La fototerapia es un tratamiento eficaz contra la falta de luz en invierno.
Pero conectar con tu propia luz interior es igual de importante, porque eres mucho más que tu cuerpo.
Cada mañana, esté nublado, llueva o haga sol, vuelve tu cara y tu corazón hacia el sol, dale las gracias por estar ahí cada día y dale todo tu amor y gratitud.
Imagina un triángulo isósceles de color dorado dibujado en tu frente, entre las dos cejas. Cuando vuelvas la cara hacia el sol (párpados cerrados), imagina que su luz penetra a través de este triángulo para eliminar tu conciencia.
Esto creará un puente entre tú y él, entre tú y la inteligencia universal, inmortal.
El sol podrá entonces ofrecerte mejor su luz, y tú podrás recibirla mejor, aunque esté nublado.
Debido a tu falta de conciencia, una gran proporción de los rayos beneficiosos del sol no llegan hasta ti.
¿Cómo se llena un escurridor?
La luz y los ciclos del cuerpo
La alternancia del día y la noche ha sido el ritmo de nuestras vidas desde la noche de los tiempos.
La exposición diaria a la luz del día es esencial para recargar las pilas, aliviar el estrés, conciliar el sueño y prevenir muchas enfermedades.
Las personas necesitan luz para vivir y mantenerse sanas: física, emocional y mentalmente. ¿Crees que es el momento de darle a tu cuerpo la luz que necesita cada día?
Los ritmos circadianos marcan la alternancia del día y la noche, y vivimos en armonía con ellos.
Están relacionados con muchos de los ciclos fisiológicos naturales del organismo:
- Variaciones de la temperatura corporal,
- Metabolismo,
- El ciclo sueño-vigilia,
- La secreción de hormonas…
El periodo diurno o fotoperiodo, durante el cual recibimos la luz del día, influye directamente en todos los ciclos de nuestro organismo.
Es nuestro reloj biológico interno.
En función de la cantidad de luz recibida por la retina del ojo, ésta activa los distintos circuitos de secreción hormonal y estimula los centros de vigilia.
El regulador de nuestro cuerpo es el sol.
La luz del día desencadena la secreción de cortisol, la «hormona de la felicidad» que moviliza la energía diurna. El cortisol es esencial para mantenerse en forma durante todo el día.
Por el contrario, la luz del día impide la secreción de otra hormona: la melatonina. La melatonina es necesaria para dormirse y conciliar el sueño. Indetectable durante el día, la melatonina alcanza su nivel máximo por la noche.
Así pues, cuanto más luminoso sea el día y más oscura la noche, mayores serán las diferencias hormonales y mejor la calidad del sueño.
Depresión, depresión invernal
Esto se refleja en un deseo de comer más alimentos ricos en almidón y azúcar y de dormir más, un descenso de la energía, sentimientos de culpa y baja autoestima.
¿Y cómo se hace?
Tómate tu tiempo para llenarte de luz cada día.
Al igual que puede ser muy peligroso mirar fijamente al sol cuando está alto, también puede ser perjudicial vivir permanentemente con gafas de sol, porque es a través de la retina por donde entra la luz.
¿Pasa suficiente tiempo al aire libre cada día? Quizá si tan sólo caminara, montara en bicicleta o viviera al aire libre unas horas al día, recuperaría todo su potencial.
Fototerapia y fosfenos :
Verdadera medicina alternativa, la fototerapia actúa directamente sobre la hormona del sueño, la melatonina. La melatonina se produce normalmente durante la noche, sintetizada por una glándula del cerebro llamada glándula pineal o epífisis. Si la melatonina no se produce correctamente, todo nuestro reloj biológico se desajusta.
Para remediar esta disfunción, nada como una lámpara de fototerapia. Cuando la luz llega a la retina, desencadena una reacción de la glándula pineal. La glándula pineal repara entonces el reloj biológico bloqueando la producción de melatonina durante el día, favoreciendo así la vigilia.
El momento ideal del día para aprovechar todos los beneficios de una sesión de este tipo es por la mañana. Una sesión de fototerapia por la mañana le ayudará a conciliar el sueño antes por la noche. Por el contrario, una sesión a última hora de la tarde le ayudará a conciliar el sueño más tarde.
Es aconsejable no someterse a una sesión de fototerapia en las tres horas anteriores a acostarse, para no impedir conciliar el sueño.
Por último, recuerde: para que la melatonina sea eficaz por la noche, debe dormir en un espacio lo más oscuro posible.