Los cuentos de hadas revelan nuestras posibilidades ante las pruebas existenciales.
Los cuentos de hadas tienen su origen en mitos y leyendas.
Basados en la tradición oral, se han transmitido de generación en generación de boca en boca. Aparecieron por primera vez en Italia durante el Renacimiento con Charles Perrault, cuando se pusieron de moda en los salones. Luego vinieron los hermanos Grimm, Andersen en el siglo XIX y Lewis Caroll en las verdaderas novelas de cuentos.
Son cuentos realmente maravillosos que se definen por su estructura narrativa. Un héroe o una heroína sufren alguna desgracia o fechoría. A continuación, debe pasar por una serie de pruebas y tribulaciones que ponen en tela de juicio su estatus o su existencia. Esto se hace para alcanzar una situación estable, equilibrada y satisfactoria. La mayoría de las veces, esto implica casarse y dar a luz una nueva vida.
Este viaje corresponde al paso de la infancia a la edad adulta, a la adquisición del despertar interior, al descubrimiento de la sexualidad desde el punto de vista de la capacidad de crear, de engendrar una nueva vida. Comprenderás aquí que no se trata necesariamente de un bebé, sino de crearse otra forma de existencia a partir del despertar.
Estas aventuras de transformación interior permiten al héroe alcanzar una conciencia superior, lo que contribuye a construir su personalidad.
Los cuentos de hadas pueden utilizarse para expresar, a través de diversas expresiones y ejemplos, que pase lo que pase, siempre es posible transformarse para mejor, convertir una situación inútil, negativa o incluso perjudicial en una ventaja para uno mismo.
Los cuentos de hadas pueden utilizarse para apoyar una amplia gama de métodos de curación psicológica y para ayudar a las personas a darse cuenta de su verdadero potencial.
El objetivo es ayudar a la persona a descubrir su propia verdad detrás del síntoma, detrás de lo que está experimentando.
Se trata de ayudar a las personas a reconstruirse y encontrar la paz interior a través del ejemplo, a través de la sabiduría que ofrece el héroe del cuento de hadas.
Los cuentos de hadas empiezan planteando el problema del que el héroe no puede escapar. Luego muestran todas las posibilidades, los recursos necesarios para lograr una resolución salvífica de lo que parecía ineludible al principio. Son una verdadera fuente de esperanza y confianza en la vida.
Nada existe por casualidad. Enseñan la magia de la vida a través de una fuente no palpable, pero muy real, de todas las posibilidades.
La terapia de los cuentos de hadas pasa inevitablemente por la narración de historias. La idea es presentar las aventuras y experiencias de la persona como un cuento de hadas, ayudarle a desandar su historia, a definir la fuente, a encontrarla y darle sentido. Los síntomas y la historia de la persona se convierten en el camino que le permite comprender su propia existencia.
La persona se convierte en el héroe, avanzando paso a paso por un territorio desconocido hasta alcanzar la tierra prometida de la salvación.
Resulta profundamente interesante abordar las patologías psíquicas junto a la gran sabiduría que se esconde en el corazón de los relatos.
Los síntomas se convierten en herramientas que nos permiten ver lo que ha estado oculto hasta ahora.
Se trata de aprender a recuperarse, y de pasar de un estado de conciencia negativo a una capacidad de recuperarse en cualquier situación.
Para ir más lejos, el libro de Jean-Pascal Debailleul ofrece un enfoque de la autotransformación a través de la narración.