Cambia tu frecuencia vibratoria para una mayor felicidad y despertar.

¿Qué es una frecuencia vibratoria? ¿Cómo funciona?

Todo lo que nos rodea, la partícula más pequeña, cada ser vivo y el universo entero tienen su propia vibración y, por tanto, su propia tasa vibratoria.

Tu frecuencia vibratoria depende directamente de quién eres, del camino que sigues, del sentido que das a tu vida, a las cosas, a tu forma de relacionarte con el mundo y con las personas…

Una tasa vibratoria elevada es señal de despertar, paz, alegría y felicidad…

Cuanto más alta es la tasa vibratoria, más ondas positivas emanan de la persona, el objeto o el lugar. En cambio, cuando la tasa vibratoria es baja, de la persona, el lugar o el objeto emanan ondas negativas o incluso nocivas.

Debe saber que su salud física, emocional y psicológica depende directamente de su tasa vibratoria. Las vibraciones del hombre le dan su energía.

¿Es posible elevar nuestra conciencia, nuestro nivel de despertar, aumentar la frecuencia de nuestra vibración?

La respuesta es «sí».

Muchos factores afectan a nuestra frecuencia vibratoria:

Por ejemplo, nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestro estado de salud, nuestro estado de ánimo, nuestra condición física, los lugares y el entorno en el que vivimos, las personas con las que nos relacionamos, nuestras creencias…

¿Qué puedes hacer para elevar tu frecuencia vibratoria y recuperar el control de tu vida?

Veamos en detalle cómo aumentar tu tasa vibratoria.

La ley de la atracción

Puedes sentirte muy mal en un lugar que vibra muy bajo o muy bien cerca de alguien que vibra muy alto.

Las actitudes negativas reducen tu tasa vibratoria, mientras que las positivas la elevan.

Del mismo modo, si frecuentas lugares o personas negativas, bajará, mientras que si frecuentas personas iluminadas y positivas, subirá.

Si tú mismo manifiestas negatividad, bajará, si manifiestas incluso positividad, subirá.

Una persona con una tasa vibratoria baja es un imán para los problemas. Le persiguen la mala suerte y las malas compañías, y desconoce el sentido de su existencia…

En cambio, los que tienen una tasa vibratoria elevada atraen los elementos que favorecen su felicidad.

Son las actitudes las que cambian las cosas, y las buenas condiciones, como los privilegios, son atraídas por el buen comportamiento.

Deja de obsesionarte con tus defectos y de hablar mal de las personas y las cosas.

Adopta una nueva visión de las cosas para elevar tu conciencia.

Una persona que quiere alcanzar un objetivo no puede lograrlo si se detiene en las dificultades que podrían interponerse en su camino.

Una actitud derrotista y pesimista nunca te llevará al éxito.

Deja de hablar mal de las cosas y de las personas, deja de quejarte, deja de ser una víctima. Hoy estás experimentando lo que pensabas ayer, así que asume la responsabilidad de tus pensamientos.

Verse a sí mismo en situaciones de éxito

Piensa que ya has triunfado y compórtate como tal…

Visualizar tu nueva vida una vez alcanzado el éxito es una de las claves para elevar tu frecuencia vibratoria.

Ser agradecido

Agradece todo lo que tienes en lugar de sentirte infeliz por lo que no tienes.

Esta gratitud beneficiosa atraerá vibraciones positivas, éxito, serenidad, longevidad, felicidad y una vida mejor y más dulce.

Aprende a controlar tus pensamientos

Los pensamientos están vivos y activos, y viajan de un ser a otro. Pase lo que pase, vuelven al emisor.

Un pensamiento perjudicial para alguien tiene necesariamente un efecto negativo sobre esa persona. Este pensamiento emite una frecuencia hacia el universo y esta frecuencia vuelve siempre a su origen, es decir, al emisor, a ti…

Es la ley, no puede ser de otra manera.

Así que hazte un bien pensando cosas positivas sobre los demás.

Sufres directamente de los pensamientos que envías porque ellos actúan directamente sobre ti a cambio.

Aprende a cultivar pensamientos positivos, justos y neutrales.

No juzgues o tendrás que vivir la situación tú mismo para entenderla de verdad.

Vigila con quién estás

Si vives en un entorno tóxico, este entorno influye necesariamente en ti, en tus pensamientos, en tus sentimientos y en tu salud…. Tu tasa vibratoria se ve afectada por este entorno.

Del mismo modo, todas las personas que conoces y escuchas influyen necesariamente en tu tasa vibratoria. Así que rechaza el negativismo.

Es importante poder elegir con quién sales.

Aléjate de la gente negativa y tóxica y rodéate de gente positiva y feliz en el camino hacia la consciencia y el despertar.

Protege tus sentidos (vista, oído, olfato, tacto, gusto) porque lo que perciben y reciben repercute en tu atmósfera vital.

Así que si sólo escuchas ideas negativas, palabras que emiten quejas, tristeza, decadencia, violencia, traición, abandono y cualquier otra contra-virtud, quedarás atrapado en un vórtice descendente que te arrastrará hacia una pérdida vibratoria.

La ley de la atracción te atraerá hacia lo que escuches, veas…

Así que elige con cuidado las canciones que escuchas, la música que escuchas, las películas que ves, las noticias, la publicidad y la gente con la que te relacionas.

Lo mismo ocurre con lo que miras, todo aquello en lo que centras tu atención se registra, crece y afecta a tu tasa vibratoria.

Te sugiero que medites sobre esta frase de sabiduría:

«No mires lo que no debes mirar, y no escuches lo que no debes escuchar, o estarás poseído».

Cuida tu entorno vital

Tómese un momento y tome conciencia de la naturaleza del entorno en el que se encuentra con más frecuencia: en el trabajo, en casa…

¿Están limpios, despejados, aireados y son luminosos?

Por el contrario, ¿están totalmente desorganizados, sucios, llenos de objetos inútiles o provienen de un pasado infeliz?

¿Se ordena la casa con regularidad, hay montones de cosas amontonadas en los rincones?

Tu entorno es especialmente importante porque afecta directamente a tu tasa vibratoria.

Dedica tiempo a limpiar, organizar, tirar cosas y ventilar tu casa para poder vivir en un entorno despejado, luminoso y feliz.

Nada de lo que vea allí debería traerle recuerdos desagradables.

Eres lo que te rodea, eres el lugar en el que vives, eres la atmósfera que te rodea.

No basta con pensar que quieres cambiar, tienes que pasar a la acción para hacerlo realidad, para manifestarlo.