¿Un Dios para todos?

Si miras al gran cielo estrellado e imaginas que no hay límite, que no se puede contar el número de estrellas porque por encima de nuestras cabezas hay sencillamente infinidad en el tiempo, en el espacio y en todas las direcciones, entonces estás entrando en la eternidad.

Representa un Todo en el que todos estamos inmersos.

Una inmensidad infinita por encima, por debajo, a la derecha y a la izquierda de la tierra, que no es más que una mota de polvo en todo este universo, constantemente atravesado y bañado por esta inteligencia única y justa que se aplica a todos, sin excepción.

Así que esta energía, esta frecuencia viva, integrada, inteligente, no está en el cielo, hasta arriba, porque no hay cielo tal como lo entendemos, está en todas partes...

Si no fuera así, significaría que ese «Todo» está contenido en otro espacio que, a su vez, se convertiría en el «Todo»…

Así que no hay alternativa a «Todo», en todas partes, todo el tiempo…

Este «Todo» es una inteligencia que genera armonía en todo lo que es. Sin ella, habría caos.

El universo no trata de sustraerse u oponerse a esta energía, lo que le permite estar en armonía con ella.

Por otra parte, el hombre no cesa de querer tener razón, de dar gato por liebre, y cuando se opone a esta energía de vida, genera el caos en sus pensamientos, sus emociones, su vida y muy a menudo en los que le rodean.

En su gran debilidad, el hombre trata de atraer hacia sí esta energía vital, esta vibración, como un niño egoísta. Intenta hacerla decir lo que quiere oír, tener razón, estar tranquilo.

Esto le ahorra tener que trabajar sobre sí mismo.

Vivimos en un mundo que pretende racionalizarlo todo, mentalizarlo todo según sus propias fuentes y recursos, según sus propios miedos, sus propias creencias, imaginaciones, convicciones, ilusiones, cada uno según su propia educación…

Al hombre le gusta complicar lo que en el fondo es muy sencillo.

Así pues, hay dos posibilidades: o intentamos ser felices dentro de este «Todo» gracias a una educación aceptada y probada, o intentamos vivir fuera de este «Todo» aferrándonos a convicciones que no han sido realmente probadas y vividas, creencias, ilusiones…

La verdadera educación y el verdadero conocimiento no se encuentran en los libros, sino en la experiencia vivida de mirar hacia dentro.

La sabiduría, la mansedumbre, la verdad, la sencillez, la honradez, la impersonalidad, el amor y el perdón, como todas las virtudes, necesitan ser vividas y experimentadas.

Aunque para muchas personas esta energía vital es abstracta, no deja de ser muy real, viva y activa a nuestro alrededor, en todo momento.

Es imposible ocultarlo, aunque impongas tus propias convicciones a la otra persona.

Es fácil convencernos de que esta energía vital es inaccesible y lejana. Sin embargo, está ahí, a nuestro alrededor, todos los días, escondida en medio de todas las experiencias de nuestra vida. Se compone de intercambios, principios y leyes, aplicados a cada uno de nosotros con la sencillez y la precisión de un metrónomo.

En cada momento, vivimos las consecuencias de nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, creencias, convicciones erróneas, palabras, proyecciones, esperanzas, deseos y acciones pasadas y presentes.

Nunca estás solo, siempre acompañado y guiado, pero ¿lo acoges, lo aceptas?

¿Quieres transformarte para ser más feliz, para ser mejor para ti mismo, para la tierra y para los que amas? ¿Quieres dejar que se abran por sí mismos, a su propio destino, o prefieres asumir la responsabilidad de encerrarlos en tus propias convicciones?

¿Por qué?

¿Tienes miedo?

¿Pero miedo a qué?

No hay juicios ni críticas, porque todo es justo para todos y todo llegará a su debido tiempo.

Y, sin embargo, es aquí donde comienza el camino hacia la fidelidad a lo que eres desde toda la eternidad, conectado al «Todo», viajero en el largo viaje…

Estamos, pues, en una gran escuela que el hombre llama la tierra.

Un lugar de recuperación y educación que sólo pretende enseñarnos a través de nuestras experiencias concretas, porque sólo así podemos aprender y cambiar.

 «Si tu vida no funciona,
prueba otra cosa, mírala de otra manera, hay muchas otras formas de ver cada acontecimiento, cada experiencia.

Encuentra el significado.

Ábrete al Todo, a todo lo que es posible, acepta ser transformado, prueba un camino diferente.

Encuentra la que es tuya»

9 août 2023